Nos han parado en casa metidos, y ahora otros 15 días más y nuestros pensamientos siguen muy activos ¿quién está en crisis, la sociedad, el planeta, tal vez yo, o todos unidos? Ahora resuena esa frase de TODOS SOMOS UNO, ¿verdad? Para lo bueno y lo malo…
Quizás nos damos cuenta de muchas cosas, la consciencia al pararnos a crecido. Que la dirección que llevábamos no es la adecuada, que no ha sido suficiente llenar los armarios de ropa, las neveras de comida, las casas de muebles y niños. Todo ahora cosas irritantes o inservibles, huecas, vacías de sentido. Nos generan emociones densas de miedo, estrés, incertidumbre que complican la convivencia ¿Qué ha pasado de repente, que nos ha dicho la Vida? casi en un abrir y cerrar de ojos, se han cerrado las fronteras de nuestras casas, de nuestros estilos de vida tan desenfrenados, tan superfluos,. Cuánto hemos dado por nuestros trabajos que ahora han desaparecido, que nos generan un sin sentido. Y que vuelco a dado la vida y cuantas veces me lo habían recordado esas frases…,» si fuéramos más conscientes de que se puede perder todo en un segundo valoraríamos más…¿¿la Vida??»
Confinados en casa, sin habernos armados apenas de las más valiosas reservas, las que nos embellecen, las que nos dan alegría y nos hacen humanos. Las prácticas que entrenan la Consciencia y con ella la paciencia, la calma, la generosidad, la aceptación, , la confianza, la compasión empática, el encuentro, el amor que es el Sentido.
Que Estar y Ser es más valioso que hacer ahora nos damos cuenta, Que el tiempo ha perdido su valor de repente, y lo que importa ahora es llenarlo de buenas y bellas acciones, las del corazón, de miradas limpia y sincera, de ese auténtico «estoy aquí para lo que necesites», porque he descubierto que esto es lo que llena.
Quizás ha llegado el momento de reflexionar, preguntándonos ¿hasta cuándo estamos dispuestos a ser honestos con nosotros mismo?, parar y poner la mirada hacia lo auténtico, hacia lo verdaderamente importante que es estar más allá del afuera porque la salida es siempre hacia dentro.
Misuka Mateos Hernández.
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